Muchas subvenciones para las asociaciones que se dedican a rebuscar fosas de victimas exclusivamente del bando republicano y mucha ley de memoria “histérica”, pero cuando se trata de proteger el patrimonio cultural de todos y no el del bando o la secta, entonces se acaban los medios públicos.
El académico de la Real Academia de la Historia ( RAH ) José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano ha denunciado la «desidia» de la Administración española respecto al patrimonio arqueológico subacuático y aseguró que el Gobierno necesita que le «espoleen» para evitar que el inmenso patrimonio cultural que yace bajo aguas nacionales e internacionales «caiga en las garras» de «cazatesoros» como la empresa norteamericana Odyssey Explorer. «El mayor problema es que España no sabe qué leyes tiene para proteger su patrimonio», argumentó . Pero existen, dijo, una «acumulación de derechos jurídicos» sobre los pecios encontrados: tienen derecho sobre ellos quienes descubren el derrelicto; el país en donde se ha encontrado el tesoro y la nación que armó el barco y le otorgó su bandera.
Por su parte el director de la RAH, Gonzalo Anes, aseguró que la legislación actual es «incompleta» e, incluso, «contradictoria» respecto a los yacimientos arqueológicos y denunció que no exista una legislación «acorde con la importancia de estos tesoros». «Desde hace unos años no se han tenido en consideración estos hallazgos», agregó.
Anes recordó que el 5 de octubre del 2007 la Real Academia de la Historia aprobó un informe sobre el estado de la arqueología submarina española y sobre la necesidad de «impulsar su estudio», con el que quiso «influir» y exponer su «interés e inquietud» por estos asuntos.
Alcalá-Zamora y Queipo de Llano, asegura que existen unos 2.000 barcos hundidos de bandera española con un importante tesoro y patrimonio cultural en sus bodegas que debería ser puesto a disposición de todos los ciudadanos. «A nadie se le ocurriría entrar en el Museo del Prado y robar los cuadros para después exhibirlos en otros museos o galerías», argumentó el académico Martín-Almagro Gorbea, quien apuesta por crear un «gran museo de la navegación» a disposición de todo el mundo para evitar que se produzca este «disparate cultural.
Sin embrago ningún interés ha suscitado en el gobierno socialista este tipo de reclamaciones, más ocupado en usar la historia de la Guerra Civil para sus fines propagandísticos, que en atender este tipo de demandas que benefician a todos los ciudadanos y no reavivan rencores pasados.
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