De nuevo la izquierda española y sus escuadrones de intelectuales a sueldo nos dan toda una lección de su hipócrita compromiso con la defensa de los derechos humanos. Contra las dictaduras de derechas, como las del cono sur americano, siempre un paso adelante, contra las dictaduras comunistas, como la china, siempre un paso atrás.
No hay manifestaciones de repulsa ni manifiestos firmados por Bardenes, Cuerdas o Almodovares, en solidaridad con el pueblo tibetano. Por cuarta vez desde 1950, los comunistas chinos aplastan las ansias de libertad del Tíbet.
En 1950 el poderos y victorioso ejército rojo de Mao invadió el pequeños país del techo del mundo, derrotando fácilmente su mal llamado ejército. China se anexiona el Tíbet y mantiene, en aras de evitar un levantamiento popular, al Dalai Lama como jefe espiritual sometido a los cada día más humillantes dictados de Pekin, hasta que en 1959 el pueblo se alza contra la dictadura comunista. Entonces se abre la época más dura de la represión. Los comunistas se emplearon duramente contra un levantamiento que termino con miles de tibetanos masacrados y con el Dalai Lama en el exilio. Durante la Revolución Cultural el patrimonio histórico-religioso del Tíbet fue destruido y cientos de monjes budistas asesinados, en lo que sin duda ha constituido un autentico genocidio cultural.
En los enfrentamientos ocurridos la semana pasada en Lhasa perdieron la vida 19 personas y más de 600 fueron heridas, según la agencia de noticias estatal china Xinhua. Sin embrago el gobierno tibetano en el exilio habla de 99 rebeldes muertos, 80 en Lhasa y 19 en Gansú, además de miles de heridos.
Nosotros nos preguntamos ¿dónde están los progres de Barcelona que durante el Foro Universal de las Culturas se apresuraron a sacarse la foto con el Dalai Lama? ¿Dónde están esos que tan solidarios se mostraban con el pueblo iraquí invadido con los malvados USA? ¿Dónde están las rosas blancas por la paz? O mejor aún ¿Dónde está Zapatero y su caterva de de seguidores en busca del ansia infinita de paz?
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