El objetivo de esta web es alertar a la durmiente población española del alarmante crecimiento de la violencia ultra izquierdista al servicio del gobierno de ZP. Cuando en una nación, la oposición está en listas de asesinos que coinciden en orientación ideológica con el gobierno no cabe duda que se vive una situación de TERRORISMO DE ESTADO. El “buenísmo” aparente de ZP es una venda en los ojos de quienes no quieren ver que la impunidad, indultos y publicidad en medios de la que gozan los terroristas de la ultra izquierda no son si no un refuerzo en la política anti-nacional de Zapatero. Desde esta web nos proponemos recopilar todas las agresiones e informaciones que los diarios pro- gubernamentales del Grupo Prisa silencian. Esperamos la colaboración de todos los anticomunistas, patriotas o amantes de la libertad que deseen denunciar esta lacra, enviarnos las noticias al e-mail.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Infiltrar, controlar, desactivar








Apuntes para una crisis (XIV): 29 de Septiembre de 2007 - 12:31:13

Luis del Pino ¿Quién quema retratos de los Reyes?

Extraido de:




La respuesta a esa pregunta es: ¿y qué más da? Lo que verdaderamente importa no es quién quema los retratos de los Reyes, sino quién paga a los que los queman. En otras palabras, la pregunta verdaderamente relevante es: ¿quién ha puesto en marcha esa campaña y qué objetivos espera conseguir? Ya advertí en un artículo anterior que los Servicios del Estado tenían información puntual de lo que iba a ocurrir en Gerona, cuando se produjo la quema del primer retrato. A pesar de lo cual no se impidió. Para entender qué está pasando, y qué puede llegar a pasar, es necesario primero comprender algunos aspectos importantes del funcionamiento y objetivos de los Servicios del Estado españoles. Permítanme que plantee la cuestión comenzando por una pregunta aparentemente irrelevante. ¿Se ha preguntado usted alguna vez por qué no existe una extrema derecha en España? ¿Es que acaso la extrema derecha española está formada por personas con menor capacidad organizativa que en otros países o en otras partes del propio espectro político español? La respuesta es que la extrema derecha no existe en España porque el Estado lleva treinta años dedicando una ingente cantidad de recursos a evitar que pueda llegar a existir. Los servicios de información de la Policía o del CNI han dispuesto de abundante personal específico y de los suficientes medios como para controlar todo lo que se movía a la derecha de Alianza Popular, primero, y del Partido Popular, después. Dentro de la Policía funcionaron, desde finales de los 70, la Brigada Antigolpe y la Brigada de Involución, brigadas en las que, por cierto, jugaron un papel relevante algunos de los mandos policiales cuyos nombres aparecen después en las investigaciones del 11-M. El CNI, por su parte, no escatimó esfuerzos para la infiltración en las extremas derechas de distinto pelaje que han pululado por el panorama político de nuestro país. Por decirlo de manera jocosa, si la extrema derecha no existe en España es porque cinco de cada cuatro afiliados a grupúsculos de extrema derecha trabajan para los propios Servicios del Estado. Esa tarea de infiltración fue dirigida, desde el principio, a dos objetivos distintos: obtener información sobre los distintos grupos de extrema derecha y asegurar su no consolidación en un partido que pudiera tener una mínima posibilidad de representación parlamentaria. La manera de garantizar que no apareciera una opción electoral sólida de extrema derecha consistió en ir dinamitando desde dentro los grupos existentes, provocando una atomización que, en la práctica, equivale a dejar reducidas a la nada sus aspiraciones electorales. El caso más evidente es el de Falange, donde se indujeron desde fuera escisiones, escisiones de las escisiones y escisiones de las escisiones de las escisiones, hasta conseguir que existieran no menos de media docena de "Falanges" de distintas especies. Lo mismo ha sucedido con los partidos de corte neonazi o con los de orientación lepenista. Dinamitar desde dentro cualquier grupo que represente una amenaza es sencillo. Cuanto más bunkerizada está una formación política, cuanto más radicales son sus planteamientos, cuanto más antisistema es su discurso, más sencillo resulta aprovechar las debilidades humanas para provocar enfrentamientos personales, luchas por el mando o discusiones puristas sobre los "principios" del partido. Ni siquiera hace falta, en realidad, aprovechar las debilidades de ese grupo que ha sido infiltrado: ¿qué impide, por ejemplo, que dos de tus agentes infiltrados se enzarcen en una lucha ficticia y la disfracen de enfrentamiento ideológico? Esa lucha ficticia, provocada ex-profeso por tus infiltrados, terminará inevitablemente contagiándose al resto del grupo, que no es consciente de estar siendo manipulado. El resultado final es, casi siempre, la desactivación del grupo. Toda la panoplia de técnicas de infiltración y atomización de grupos potencialmente molestos es conocida y está estudiada, y se aplica tanto a formaciones políticas como, también, a grupos de carácter violento o con tentaciones terroristas. Y esas técnicas no sólo se han aplicado en España a la desarticulación de la extrema derecha. El mismo procedimiento se ha seguido, desde los Servicios del Estado, con todas las organizaciones situadas a la izquierda del PCE, primero, y de IU, después. ¿Es lícito que los Servicios del Estado dediquen sus esfuerzos a impedir que puedan consolidarse determinadas opciones políticas? La verdad es que se trata de una discusión interesante. Por un lado, muchos nos sentiríamos tentados de felicitarnos de que se inviertan recursos públicos en evitar el crecimiento de los extremismos. ¿A quién puede parecerle mal, por ejemplo, que se evite a cualquier precio que el nazismo pueda resurgir de sus cenizas? El problema surge cuando esa labor de infiltración y control se extiende a otros ámbitos del espectro político o de los movimientos ciudadanos. No me consta (y por tanto no puedo afirmarlo) que los Servicios del Estado hayan dinamitado también, por ejemplo, los partidos de corte ecologista. Pero, si uno analiza el panorama actual de esos partidos dentro del espectro político español, resulta muy llamativa la proliferación de movimientos, muy al estilo de lo que sucede con Falange. La pregunta inevitable es: ¿esa proliferación de movimientos ecologistas es casual, o también ha sido inducida desde los Servicios del Estado para evitar la aparición de un partido ecologista fuerte? Donde sí me consta que los Servicios del Estado han actuado de manera consciente es, por ejemplo, en el campo de las asociaciones de víctimas del terrorismo, donde se ha intentado aplicar exactamente las mismas técnicas de infiltración y control para desactivar la resistencia a la Hoja de Ruta puesta en marcha tras el 11-M. Aunque, en este caso, el fracaso de esa labor de neutralización de las víctimas ha sido clamoroso. Y aquí es donde surge el dilema moral. Si la infiltración y desactivación de los movimientos de corte neonazi nos parece a todos un objetivo loable, ¿podemos decir lo mismo de la infiltración y desactivación de los partidos ecologistas o de las asociaciones de víctimas? ¿Qué sucede cuando los Servicios del Estado, en lugar de limitar su actividad de infiltración a los grupos potencialmente peligrosos, amplía el ámbito de su actuación y comienza a dinamitar cualquier tipo de partido, o de movimiento ciudadano, que represente un peligro para el poder de turno o para el simple statu quo? Esa posible conversión de los Servicios del Estado en un instrumento de dominación social es la primera de las grandes preguntas que cabría plantearse con respecto al papel de esos Servicios del Estado en nuestro actual sistema democrático. En términos abstractos, cabría plantear esa pregunta de la forma siguiente: ¿están haciendo esos Servicios del Estado cosas que no deberían hacer en un régimen democrático? Pero hay una segunda pregunta muchísimo más inquietante que ésa, y que enlaza directamente con las reflexiones que apuntaba al principio del artículo. En términos abstractos, la pregunta sería: ¿están dejando de hacer los Servicios del Estado otras cosas que sí deberían hacer? Dicho así, no suena muy inquietante, ¿verdad? Pero déjenme que les plantee la pregunta en términos más concretos: Sabemos que los Servicios del Estado han invertido una ingente cantidad de recursos en desarticular esas potenciales amenazas al Estado llamadas "extrema derecha" y "extrema izquierda". ¿Podría alguien explicarnos, entonces, por qué no se ha invertido una cantidad de recursos similar en infiltrar, controlar y desactivar esas otras amenazas al Estado llamadas "nacionalismos radicales"? ¿Por qué los Servicios del Estado no han invertido sus esfuerzos en infiltrar, controlar y dinamitar, por ejemplo, los movimientos nacionalistas radicales en Galicia, en Cataluña o en el País Vasco? ¿De quién han partido las órdenes para desarticular a cualquier precio a la extrema derecha y a la extrema izquierda, al mismo tiempo que se "dejaba hacer" a organizaciones políticas cuya vocación declarada es la voladura de la Constitución y la ruptura de la Nación española? ¿Por qué se han dedicado los esfuerzos a dinamitar, por ejemplo, a la AVT, en lugar de a ERC? La pregunta es todavía más inquietante cuando se constata que, en realidad, los Servicios del Estado sí que se han infiltrado desde hace treinta años en los movimientos nacionalistas radicales. Pero esa labor de infiltración no se ha dirigido a acabar con esos movimientos, sino justamente a lo contrario: a consolidarlos en una opción con posibilidades electorales. Dejando aparte el caso vasco, donde el fenómeno terrorista hace que la situación sea infinitamente más compleja, en Cataluña y en Galicia la labor de los Servicios del Estado ha ido dirigida, precisamente, a consolidar ERC y BNG como opciones nacionalistas radicales. En Cataluña, por ejemplo, se ha puesto especial cuidado en evitar que una dispersión del voto independentista radical diera al traste con las posibilidades electorales de ERC. En Galicia, donde el BNG está compuesto de una multiplicidad de grupúsculos que serían presa fácil de una operación de atomización bien diseñada, se ha intentado por todos los medios consolidar esos grupúsculos en un frente unificado que garantizara la obtención de representación parlamentaria. Así que podemos replantear la pregunta anterior de una manera mucho más cruda: ¿Por qué los Servicios del Estado no sólo no han dinamitado, sino que han contribuido a mantener los nacionalismos radicales? ¿Para qué es útil, a quién sirve, el mantenimiento de la presión nacionalista? ¿Quién marca, en realidad, los objetivos de los Servicios del Estado? ¿Estamos seguros de que los Servicios del Estado trabajan realmente para el Estado? Volvamos ahora a la cuestión que planteaba al principio y analicemos lo que está pasando en Cataluña, y en toda España, con la ofensiva contra la Corona. Esas quemas de imágenes de los Reyes no son algo improvisado. Se trata, por el contrario, de una campaña perfectamente orquestada y perfectamente temporizada. Una campaña que dio comienzo con el inexplicable secuestro de la revista El Jueves, secuestro que dio publicidad a una viñeta que, de no ser por ello, nunca hubiera llegado a ser vista por un número significativo de personas. Campaña que ha continuado con la aprobación de mociones en favor de la III República por parte de PSOE e IU en diversos ayuntamientos. Campaña que tiene su plasmación gráfica más llamativa en esas quemas de retratos de los Reyes. Decía al principio que la primera de las quemas, en Gerona, era conocida por los Servicios del Estado antes de que se produjera, a pesar de lo cual no se impidió. Permítanme que vaya un poco más lejos y que pregunte con toda la crudeza: ¿están participando colaboradores de los Servicios del Estado en la organización o implementación de esa campaña de quema de retratos? ¿Están participando en esas quemas, directa o indirectamente, algunas de las personas que trabajan para esos Servicios del Estado desde el ámbito de las organizaciones independentistas radicales catalanas? ¿Qué información tiene, por ejemplo, el CNI sobre los movimientos que han hecho posible esa campaña? Si yo fuera el PP, solicitaría por vía parlamentaria que se remita a la Comisión de Secretos Oficiales toda la documentación que el CNI haya elaborado para analizar o informar de esos ataques contra la institución monárquica. Y creo que tampoco estaría de más que alguien iniciara las acciones judiciales oportunas para que quedara constancia de quién o quienes están permitiendo esas quemas. Por ejemplo, creo que sería muy interesante conocer cuál es la cadena de mando que permitió que la primera de las quemas se produjera en Gerona. Más que nada, para que cada cual tenga que hacer frente a sus responsabilidades cuando llegue el momento de pedirlas. La pregunta que quedaría por responder es la siguiente: ¿qué objetivo se persigue con esa campaña de ataque contra la figura de los Reyes? En realidad, no es un único objetivo, sino varios. Entre otras cosas, pretenden disfrazar de ataque a la Monarquía lo que no es sino un asalto frontal, a bayoneta calada, tanto a la Nación como al edificio constitucional en que ésta se plasma. Pero responder en condiciones a esa pregunta nos llevaría muy lejos, así que dejaremos el análisis para un futuro artículo.

viernes, 21 de septiembre de 2007

El presidente de Polonia rinde homenaje a las víctimas del comunismo en Katín


http://www.minutodigital.com/actualidad/2007/09/18/el-presidente-de-polonia-rinde-homenaje-a-las-victimas-del-comunismo-en-katin/



18. Septiembre 2007, 20:29 Redacción MinutoDigital


El presidente de Polonia, Lech Kaczynski, ha visitado por primera vez este lunes Rusia, con ocasión del 68 aniversario de la invasión de Polonia por la URSS.
En septiembre de 1939, al comienzo de la II Guerra Mundial, la Rusia comunista invadió de común acuerdo con la Alemania nazi Polonia, repartiéndose el territorio polaco, comenzando así un calvario para los polacos que no finalizaría hasta la caída del telón de acero y la disolución del bloque comunista.
Kaczynski junto a su ministro de Defensa, Aleksander Szczyglo, acudieron al cementerio del bosque de Katín, cerca de la localidad rusa de Smolensk, para rendir homenaje a los 22.000 militares polacos allí asesinados por orden de Stalin.
En 1940, el Ejército Rojo trasladó a miles de oficiales y civiles polacos a los campos de concentración de Kozielsko, Starobielsk y Ostaszkov, conocidos genéricamente como Katín, cerca de la ciudad rusa de Smolensk, donde fueron ejecutados de un tiro en la nuca. Posteriormente cuando aparecieron las fosas comunes en 1943, los comunistas intentaron imputar la matanza a las tropas nazis que habían invadido Rusia. Sólo en 1989 el líder soviético Mijaíl Gorbachov reconoció la responsabilidad de la URSS por aquella matanza, y en 1992 el primer presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó al entonces jefe de Estado polaco, Lech Walesa, los documentos que probaban la autoría comunista de la matanza de decenas de miles de militares y civiles polacos en Katin.
El jefe de Estado polaco en el acto de recuerdo a las víctimas del comunismo afirmó que ‘lo que ocurrió en Katin en 1940 se enmarca en el período más sangriento, cruel e infrahumano de la historia de la civilización, que tuvo entre sus víctimas a miles de polacos’.
Las relaciones entre Polonia y Rusia se han enrarecido por el interés de las autoridades polacas por recordar el sufrimiento de su pueblo durante la invasión soviética y los años de dictadura comunista, por ello Kaczynski quiso resaltar que la actual sociedad rusa y sus dirigentes ‘no tienen responsabilidad por ese crimen: Sabemos que también cayeron víctimas del sistema comunista millones de rusos y representantes de otras nacionalidades que formaban parte de la Unión Soviética’.
’Hoy, Polonia es un país democrático, y Rusia ya no es un Estado soviético ni comunista, y somos conscientes de que juntos debemos crear un futuro próspero para nuestros hijos y nietos’, señaló el Presidente polaco, pero al mismo tiempo, recordó que “también debemos respetar la verdad histórica por trágica que sea”.
En este sentido el Instituto de Memoria Nacional de Polonia, intenta averiguar el paradero de140.000 polacos hechos prisioneros por el Ejército Rojo, tras la invasión de Polonia en septiembre de 1939, y cuyo destino se sospecha que fue el mismo que el de las víctimas de Katín. En marzo de 2005, la Fiscalía Militar de Rusia negó que la matanza de Katin, fuera un acto de ‘genocidio del pueblo polaco’ como sostiene el Instituto de Memoria Nacional de Polonia. Además, la Fiscalía rusa obstaculiza la investigación polaca sobre los desaparecidos, ya que no ha accedió a entregar a la parte polaca los materiales de la investigación. Tan sólo 67 del total de 183 tomos del caso, han sido abiertos para los investigadores polacos, con el argumento de que los 116 restantes contienen secretos de Estado.






miércoles, 12 de septiembre de 2007

Violencia machista y ultraizquierdista.

La localidad de Segorbe (Castellón) vive una oleada de violencia ultraizquierdista
Una joven apuñalada durante las fiestas es el último capitulo.


Una mujer joven, menor de edad , compañera sentimental de un joven de ideas nacionalistas españolas, resultó herida por navajazos en el torax durante una pelea en la calle Colón de Segorbe. Los hechos ocurrieron en la madrugada del viernes, entre las cinco y las cinco y media, cuando dos grupos de jóvenes de Segorbe y otras poblaciones vecinas entablaron una lucha por motivos políticos. Al parecer una camiseta con los colores rojo y amarillo de uno de los jóvenes provocó la ira de los agresores.
Según parece, la joven se interpuso para que no apuñalaran a su novio resultado ella herida. Esta comarca sufre desde hace meses la violencia de grupos de extrema izquierda que pese a estar totalmente localizados se mueven no sólo con impunidad total si no con la complicidad policial y periodística que enmascaran o restan gravedad a sus acciones criminales. La víctima fue atendida por los facultativos de urgencias del Hospital Complementario de Segorbe.
La reyerta volvió a desatarse posteriormente de forma mucho más violenta en la puerta del servicio de urgencias del hospital de Segorbe, donde los dos grupos se reencontraron. El enfrentamiento entre las dos pandillas en el recinto hospitalario fue presenciado con asombro por los vecinos de las fincas cercanas, que llamaron a la policía y al teléfono de emergencias 112. Asimismo, se movilizaron con urgencia varias patrullas de la Guardia Civil de Segorbe, Viver y Vall d’Uixó, así como la Policía Local.
Los primeros agentes que llegaron al lugar separaron a los contendientes e identificaron a varios de ellos. Al parecer el agresor es hijo de un político influyente en la comarca por lo que podría haberse echado tierra sobre el asunto evitando el publicitarlo demasiado pese a su gravedad. Estos jóvenes podrían ser interrogados en las próximas horas por los guardias civiles que investigan los hechos y el juez que instruye el caso.
NO es un hecho aislado.
El grave incidente ha ensombrecido el ambiente que se respira estos días en la localidad de Segorbe, inmersa en la celebración de sus fiestas patronales consideradas de interés nacional. La reyerta multitudinaria de ayer es el incidente más grave que se ha producido en Segorbe durante los días festivos de este mes de septiembre pero no es un hecho aislado, al parecer, la conocida discoteca segorbina EDEN está actuando como lugar de encuentro durante el fin de semana de estos ultraizquierdistas de ideología radical y violenta que realizan sus actividades delictivas con total impunidad.
No es extraño ver amanecer las fachadas de la capital del Alto Palencia con pintadas a favor de ETA o eslóganes terroristas que el ayuntamiento no se molesta en retirar. Los hechos manifiestan que esta localidad se encuentra inmersa en una escalada de violencia ultra cuyo ultimo capitulo es el de mayor gravedad pero no es menos importante la reciente profanación de tumbas en el cementerio y la destrucción de simbología religiosa, una muestra más de la intolerancia de la izquierda extrema. Tambien la semana pasada rompieron una decena de cruces del cementerio de niños. Se trata de tumbas de recién nacidos y jóvenes de los años 50 y 60.



Justifican la agresión.

Como curiosidad destacamos la versión que la prensa y la policía han dado del caso, tras ocultar quienes son los agredidos y las victimas y quienes son los agresores, esta es parte de la escueta y confusa información que el diario Las Provincias facilitaba de la agresión: “Los dos grupos de amigos están declaradamente enemistados y utilizan la política como excusa para atacarse, aunque al parecer hasta el viernes nunca habían esgrimido armas blancas en las reyertas, según manifestaron las mismas fuentes policiales.”

¿Grupos de amigos?¿enemistados? ¿Qué esperan las autoridades para tomar medidas? ¿A que haya episodios de Kale Borroka y se forme en Segorbe uno de los tristemente conocidos grupos "Y" de apoyo a ETA? Nos preguntamos que si los heridos fueran los matones de la ultra izquierda…¿Hubiesen tenido la misma actitud?

Fotos: Los jóvenes, tras calmarse los agresores ante la presencia policial. Estado en el que quedaron algunas tumbas, pintadas proetarras que decoran las calles de Segorbe.

La mayor secta de asesinos de la Historia

jueves, 6 de septiembre de 2007

Manifestación de DNJ junto a Covadonga.

Vídeo tomado por los antifas.
Ahora hace 2 años.

Los “tolerantes” de la ultraizquierda tratan de impedir a pedradas un mitin legalizado de Manuel Canduela. Hay detenidos tras una carga policial, un detenido es miembro de ETA según la prensa, demostrando una vez más la conexión de esta banda terrorista con la izquierda en España.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Memoria Histórica.

Uno de los que cayó asesinado en el otro bando, el bando de quienes se revelaron frente a la tiranía soviética que se imponía en España.
Ramiro Ledesma Ramos visto por “Cirrosis” y D250.