Una bomba de fabricación casera explotó ayer en Perbes, en el municipio coruñés de Miño, y causó importantes destrozos en una nave que la inmobiliaria Martinsa-Fadesa tiene en el entorno de una urbanización de viviendas que promueve en la zona. Aunque no ha habido reivindicación, los investigadores de la Guardia Civil apenas tienen dudas de que el atentado fue perpetrado por activistas no fichados de la organización independentista radical Resistencia Galega.
El artefacto estaba compuesto por entre tres y cuatro kilos de pólvora prensada dentro de una olla a presión que hizo explosión cuando pasaban diez minutos de las cuatro y media de la madrugada a las puertas de la nave de la inmobiliaria, que funciona como oficina de ventas y en cuyo interior hay un piso piloto como los que se construyen en la urbanización.
El delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, abundó en la tesis que apunta al colectivo independentista radical Resistencia Galega como responsable de la colocación del artefacto explosivo en Perbes, en una zona que no está demasiado alejada del chalé de Manuel Fraga. Ameijeiras señaló que el atentado tiene características similares a anteriores acciones terroristas cometidas por Resistencia Galega.
El delegado del Gobierno considera especialmente grave este atentado ante la proximidad de las elecciones generales. «Alguno tiene moral para seguir haciendo esto, pero se darán cuenta de que vamos a ponerlos ante la Justicia», añadió Ameijeiras.
Los investigadores sospechan que la bomba fue colocada horas antes de la explosión y fue accionada mediante un reloj temporizador. Eso permitió a los autores abandonar el lugar sin levantar sospechas y esperar muy lejos de la zona a que el artefacto reventase.
El sistema utilizado por esta célula de Resistencia Galega, la primera que hace explotar una bomba en la provincia de A Coruña desde la explosión en el cajero de Caixa Galicia en Santiago en el 2006, es el mismo de los atentados registrados a lo largo del año pasado.
Así, con una forma de operar parecida fue colocada la bomba casera que explotó en la ventana de una inmobiliaria de Cangas el pasado diciembre. Esa era la segunda vez que los radicales elegían el municipio pontevedrés para dejar su huella. En mayo del 2007 habían puesto un artefacto en un chalé en construcción. En aquel momento, la bomba fue explosionada por los artificieros de la Guardia Civil, al igual que había sucedido días antes con otra bomba en unas urbanización de Nigrán.
Resistencia Galega está formada por independentistas radicales que dicen actuar en el marco de una supuesta lucha contra la especulación y la degradación del territorio. Por eso, el objetivo de este grupo son las inmobiliarias y las empresas de construcción. La Guardia Civil, que investiga estos movimientos, creen que Resistencia Galega está dirigida por veteranos radicales en la clandestinidad y encabezados por Antón García Matos, Toninho .
No hay comentarios:
Publicar un comentario