En su día el Comité de Ayuda a la Disidencia 2506 interpuso una querella contra Fidel Castro ante la Audiencia Nacional por las violaciones de los derechos humanos en Cuba, de manera análoga a como se actuó en otros casos relacionados con el gobierno militar en Argentina, Guatemala o el famoso caso Pinochet, que se habían llevado adelante desde nuestro país.
La Sala de lo Penal rechazó la querella alegando su inmunidad como jefe de Estado, privilegio que ha perdido tras su dimisión, y que abre la posibilidad del procesamiento del dictador en España, como sucedió con Pinochet.
Esta plataforma de anticastrista recurrió ante el Tribunal Constitucional la decisión de archivar el caso y confían que se tenga en cuenta la nueva situación. El problema es cuanto tiempo va a tardar en resolver el Constitucional.
En todo caso sí quedaría abierta la posibilidad de interponer nueva querella contra el dictador ante la Audiencia Nacional, porque ya no puede acogerse que Castro, aunque hubiese delegado sus funciones en su hermano Raúl, no había dejado de ser jefe de Estado.
La acusación
La querella del CAD 2506, se basa en que desde que Castro llegó al poder, el 8 de enero de 1959, comenzó “todo un mecanismo de represión de los derechos fundamentales y libertades públicas”, mediante “la implantación de un terror revolucionario” a cuyo servicio se pusieron a trabajar varios organismos, como el Departamento de Seguridad del Estado, llamado la ‘Gestapo Roja’, el Ministerio del Interior, la Dirección General de Inteligencia y la Unidad Militar de Ayuda a la Producción, entre otros.
El escrito describe el sistema de encarcelamiento del régimen y las principales cárceles del país. Así, pone varios ejemplos de maltrato a presos políticos como el sucedido en la prisión de Boniato donde “para no ser violados por los presos comunes instigados por el régimen, los políticos se embadurnan con excrementos”.
Narra como desde 1959 más de medio millón de cubanos han pasado por los campos y centros de represión de Cuba. Se mencionan formas de tortura típicas de los regímenes soviéticos, como la de privación del descanso y el sueño, alterar las horas de las comidas, propagar en los cuerpos de los reclusos insectos como chinches, pulgas o ladillas o obligar a los presos a desnudarse y formar filas en las que deben juntar sus cuerpos hasta provocar el contacto de las partes genitales. Otro apartado de la demanda interpuesta es el de fusilamientos, cifrados entre 15.000 y 17.000 durante la dictadura castrista. Recordemos que según Amnistía Internacional el régimen de Pinochet sólo fue responsable de poco más de 2.000 muertes.
La querella acusa también a Castro y al ex ministro de Turismo Osmani Cienfuegos, de la muerte de 9 miembros de la Brigada 2506 el 20 abril de 1961. Un total de 149 personas –entre las que se encontraban los fallecidos– fueron obligadas a subir a un camión de aluminio con forro interior de madera previsto para el transporte de mercancías que no contaba con orificios de respiración.
El vehículo viajó 11 horas hasta llegar a su destino. “Durante todo el tiempo que duró el trayecto los prisioneros no dejaban de suplicar que se abrieran las puertas y se les permitiera respirar”, indica el escrito. A la llegada se comprobó que nueve de los prisioneros habían fallecido.
ESPEREMOS QUE ASÍ SEA Y LA JUSTICIA SEA IGUAL TANTO PARA UNOS COMO PARA OTROS
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