La universidad se posiciona ahora ante la xenofobia y no ante sus altercados de la extrema izquierda

Todos los profesores universitarios que estos días han guardado un silencio inmoral sobre los alarmantes casos de violencia e intolerancia que se han dado en los campus de las Universidades Españolas de Santiago, Complutense y Pompeu Fabra y que no tuvieron tiempo para solidarizarse con los agredidos, ahora sacan su vena sensible y solidaria con los inmigrantes, porque todo vale contra el PP, hasta la hipocresía más nauseabunda.

Un total de 127 académicos de 28 universidades se han unido para firmar un manifiesto en el que denuncia “el intento de captación de votos del PP con discursos electorales que favorecen la xenofobia”.En el documento, los académicos aseguran que “los planteamientos realizados en la presente campaña electoral por parte del PP, tales como el contrato de integración, la obligación de los inmigrantes a adaptarse a las costumbres españolas, o según ellos la vinculación entre inmigración y delincuencia, que implica la propuesta de expulsar a quines cometan cualquier dirimen, constituyen una nueva agresión contra unas personas que no han recibido un trato integrador y a las que se ha mantenido en situación de inferioridad de derechos en muchos aspectos”.

Sin hacer ninguna alusión a la falta de esfuerzo de integración por parte de los recién llegados, ni exigir la legalidad en su entrada en España, ni explicar por qué en torno del 40 % de los presos en España son inmigrantes, ni por qué el índice de delincuencia entre el colectivo es superior al de los españoles en más del triple, ni pensar en las causas de los graves disturbios que ya se han producido en Francia o Dinamarca o intentar razonar sobre el peligro de que terrorismo islamista use la inmigración para colar sus agentes, y mucho menos molestarse en hacer pública la cuantía exacta del gasto social que generan estos inmigrantes, estos académicos se atreven a decir que proponer un control de la inmigración, limitar su número, expulsar a los indeseables para que queden sólo los honrados, contratar en origen para evitar ilegales o exigir que se esfuercen para integrarse en nuestra sociedad, son “propuestas culpabilizan a los inmigrantes de falta de integración y acentúan los prejuicios populares que también los culpabilizan de casi todos los males que afectan a nuestra sociedad: de las carencias de los servicios públicos, de los bajos salarios, de la delincuencia, etc”.

A su juicio, “la intencionalidad de estas propuestas responde a lo experimentado en los últimos 20 años en casi todos los países europeos: el mensaje xenófobo da votos. Muchos son los partidos conservadores que han ganado elecciones recurriendo a este mensaje”. “Quienes subscribimos este manifiesto queremos afirmar que no todo vale, y que quien recurre a incentivar la xenofobia para ganar unas elecciones debe pagar un precio por ello”, recalcan los académicos.

Concluyen que “es necesario que los votantes demos una lección a los partidos políticos, demostrándoles que el discurso xenófobo también puede servir para perder elecciones”.

La lección que algunos deben aprender, de una vez por todas, es en manos de quien hemos dejado la cultura y la formación de nuestros jóvenes. Y después se extrañan de que pase lo que pasa en nuestras universidades.

¡BASTA DE MANIPULACIÓN!